INTRO
Con la posesión en sus manos salpicadas de azul y de negro, un joven arrancaba sus ideas contra el papel, pensamientos de odio contra el equilibrio del universo:
“Insatisfactoriamente cumpliendo las ordenes...
continuamos creyendo que esta es nuestra vida...
cuando todo el destino del mundo dice estar dicho,
seguimos empeorando el lugar donde vivimos.
Tener excelencia para ser políticamente correctos,
adquirir experiencia para manejarnos un poco peor cada día,
denigrar minuciosamente al que te juzga...
todas estrategias para dignificar la muerte de nuestros lapsos
si cabezas no ruedan bajo tus pies el mundo no esta de tu lado
y entonces consistentemente nos aislamos o aliamos
para ganar una guerra de batallas infinitas.
De veras crees que puedas amar a alguien mas que a ti mismo??
La montaña del ego es muy difícil de escalar en momentos de lujuria
tanto como la ira siempre será mayor que el amor...
en la realidad donde los malditos cliches siguen circulando,
tan difícil se nos hace sobrevivir las plagas de la mente,
cuando un simple bajón bloquea toda creatividad posible...
analogías de analogías, psicologías de psicologías,
el respirar ya no es un reflejo
es un esfuerzo que mi corazón no soporta mas...
músculo de derrotas constantes y dolorosas.
Si tan solo mi cabeza se desprendiera tan fácilmente de todo,
quizás seria mas fácil encontrarme y encontrarte,
pero nunca nos la vemos venir
hasta que nos chocamos y la indiferencia se hace presente,
y siempre la culpa es del vecino huésped,
que no encontrara el calor suficiente para darnos
la simple llama que nos mantiene en pie
sobre el cadáver pesado de la culpa que nos mantiene”.
------
En un breve interludio del infinito esperado por todos, la luz interior que protegía todo gesto de incandescencia cayo en el terror de un “hasta luego” sin garantías de devolución…nunca había salido de una ráfaga triste de pensamiento. Ahora sus momentos eran lúgubres e insensibles, fríos y desubicados ante toda situación. Nada peor que dejar de creer en todo lo que una vez formo el mundo como lo vemos, nada peor que todo el manto de conciencia y de realidad que existía murió con el letargo de las horas…
De a poco su cabeza dejo de ser estable para convertirse en un imán de confusos episodios ilimitados de realidad o fantasía. Toda la idiosincrasia de sus acciones se redujo a un cuadrado mullido y seguro del cual no podía salir.
Curiosas las locuras y curiosos sus seguidores que hacen un vicio de cada experiencia que los lleve mas allá de los limites reales de una vida ya bastantemente limitada…
Quizás no es culpa de los injustamente llamados enfermos caer en un lecho que muchas veces los atormenta y otras los reconforta…
Que ironía el saber que solo sumando tanta irracionalidad se llega a la cordura…
Su imaginación nunca la había llevado tan lejos. En las horas atónitas del desenfreno noctámbulo ella logro ver el fantasma de alguien que nunca había dejado de existir; por lo menos en su conciencia.
Una frase se aclaro en su mente, un designio que hasta hoy la perseguía y la hacia erigir murallas de silencio sobre el pasado.
La noche había comenzado radiante, inmutable, tenuemente embellecida por miles de luces que podía decirse que eran estrellas. Y digo podría decirse porque siempre que ocurre algo tan perfecto, tan hermosamente sublime, se tiende a no creer en ello. Así los incrédulos fueron ganando el mundo en que vivimos.
Circundando el infinito su alma tenia un brillo inesperado, secreto, no plausible ni observable por ningún mortal, o por lo menos por nadie que pretenda llamarse cuerdo. Y fue esta irracionalidad tan impermeable por la que ellos lograron unirse. Quizás las uniones terrenales son demasiado cóncavas y limitadas para conceptuar lo que se siente, para acapararlo todo en un contexto tan mágico como complejo.
Nunca la realidad fue un terreno benévolo para estos dos personajes, nunca lo había sido…el destino miente, blasfema sobre nuestras religiones, toma justicia por su cuenta. Una justicia tan imparcial que asusta, nos lleva a la histeria.
Las jornadas fueron pasando. Las miradas de lo indescriptible se cruzaron y nunca jamás dejaron caer su mística. Lo inevitable los rondaba, los envidiaba, los maldecía. Su aura era tan grandiosa que los iconos razonables de las palabras no pudieron nunca explicarlo, con todas las consecuencias que lo inexplicable acarrea.
Así luego de tanta salud los menesteres de la frialdad emborracharon y dejaron rienda suelta a lo desconocidamente familiar. Aquella causa que aviva tanto como mata (literalmente).
Los árboles aplaudían a su alrededor, la corriente de un rió que nunca crece manso los envolvía de suaves melodías. El atardecer apuro sus funciones y desapareció para que se los cubra de resplandeciente oscuridad, la que ellos necesitaban hasta el momento para sincerar sus emociones. De esta manera las piedras dejaron de pesar para mutar en raciones y razones filosóficas que ni el más entendido captaría.
El mundo no se encoge, solo se contrae; elige a que prestar atención.
Es esta memoria la que vino a su recuerdo, las imágenes se iban aclarando cuando el resplandor de una puerta hizo reaccionar sus represiones.
Una imagen borrosa alcanzo su retina y se desvaneció, su cuerpo caía; solo el vestigio de una frase incompleta retumbo y se hizo eco en su sien antes de desmayar: “No deberían matar a las personas enamoradas…”
-------------------------
Las escaleras pasaban y la tormenta no lograba inhibirlos, el gris era parte tanto de sus vidas como la de los demás, pero ellos lograban diferenciarlo. No eran muchos los que tenían ese poder, la verdad quizás esta demasiado cerca como para rozarla sin sufrir las consecuencias.
Y así sus pasos se fueron adelantando, su energía se revitalizaba con cada espontánea y planeada caricia infantil. Es tan raro sentirse tan cerca de la muerte cuando se siente tan intensamente vivo. Y él vitoreaba para sus entrañas cada acercamiento.
Solo puedo enunciar sus sentimientos porque los de ella han sido virtualmente borrados, enviados a un rumbo inhóspito. A un paraíso donde todo lo que no fue es lograble.
Palabra tras palabra el entendimiento se iba logrando superfluo, intocable. Si hasta sus diferencias parecían encajarse en un unísono únicamente sosegado por esos ojos marrones oscuros.
Todos los sueños deberían ser reales solo para demostrarnos que no se puede jugar con ellos.
El tiempo pasaba y las percepciones se hicieron mas profundas, profanas, dignas de cualquier okupa que siente como propio el hogar que alguna vez perteneció a otra persona, o quizás continuara siéndolo.
Esa fue la fuente de su gran duda, y en los momentos de ira intelectual el escribiría (faltando a su esencia) los mas realistas y negativos poemas.
Los cuales solo serian recitados por su inestable memoria en algún punto del universo.
Sentados sobre las orillas del precipicio contiguo al remanso ella recitaba arrabaleras historias de soledad, furia, vicios y maldades. Parecía que el amor la había traicionado de manera tan notable como secreta. Ella concentraba todo lo que él admiraba (y temía) de una mujer, era incontenible. La sociedad no podía detenerlo, estaba con toda su realidad y su fantasía fijadas en ella. Hasta las historias mas terribles y atroces parecían tener dulzura cuando estaba a su frente.
Su equilibrio se desvanecía y se controlaba. Ella continuaba citando sus hermosas locuras y su pelea con el mundo real. Una situación “aggiornante” para todos los conceptos habidos y por no haber.
La cebada se convirtió en agua e inblanqueable ya su cara se desvanecía con la hierba.
El movimiento fue rápido para su lentitud y deseando su boca sintió su corazón acelerando la velocidad. Comenzó a caer en la claridad, la velocidad de su vértigo se hacia imparable y solo sentía seguridad porque ella iba a su encuentro. En su candidez él sería nido y soporte de sus penas, se arrojaría al desenfreno y la fidelidad.
Dicen que al visitar el fin vemos la vida pasada antes los ojos, pero no fue así. Él solo proyecto su vida a futuro con una sensación de libertad nunca acervada y se rindió a la gravedad. Ya sobre el agua, con sus últimas fuerzas se aseguro encontrar por última vez su mirada, la fijo en ella y cuando se cercioro de que estaba bien sonrió por última vez.
----------------------------
MEZZO
Cubierto de furia el joven discutía en las puertas de la perpetuidad la razón de su decesión ante el jurado de ángeles y demonios.
Todos querían una parte de su alma, todos querían su inmortalidad, y el solo peleaba por el sentido de su vida, por volver a mirarla a los ojos y hacer que recordara.
Mientras todos discutían y fundamentaban sus argumentos con idilios de moralidad y tiranía el muchacho golpeo con su puño el algarrobo y con su otra mano despeinaba sus cabellos de tristeza y enojo. Finalmente levanto su mirada, había logrado captar la atención del sequito, con sus ojos lagrimeando sangre pronuncio levantando la voz:
- Y mi vida se viene a pique…y de tanto buscar un paracaídas roto, el tiempo paso y paso bajo mis pies. Ya nada es igual a lo que conocí, ya nada resurgirá ni me detendrá…
Siempre la vida tiene picos altos, yo llegue al máximo de pretensión y no obtuve respuestas positivas ni honestas…
Silencio seguido de resquemor, eso es lo que sucedió.
En un momento en el que tanto se sobrevalora el peso del alma, ya no hay discusiones al respecto, la mía no existe.
Mi alma fue un triste pasar por los cerros, se encandilo de mas bajos que altos y decidió dejarme bajo la lluvia y la niebla sin poder ver mas allá de mis pies.
Y nada controlo si nada poseo; lo que cuesta y lo que legitima lo material hizo que mis arcas sean saqueadas…
Que nadie me diga que con solo mi existencialismo basta, porque solo veo pedantes arrojos de sobrevivir…ya nada poseo y todo me posee, pero quizás muy poco valgo para que alguien quiera cobrarse de mi.
Y sigo cayendo bajo una moneda, que no cubrirá ni mis ojos ni mis deseos.
Si el futuro es ahora, ya no existe para mí…
Atónitos los dueños de su porvenir lo observaron mudos, no existían siquiera pensamientos posibles para componer el desastre de sus acciones.
Un representante de la junta esotérica se levanto y pronuncio…
- No es digno de los inmortales cuestionar su existencia,
pero mucho menos lo es saquearlos de sus sueños y ambiciones…
ya muchas almas hemos recogido sin razón como para acarrear a una que no quiere existir entre nosotros.
Si de los sueños vives iras a su encuentro…
solo así creo que podrás encontrar algún sentido a todo esto…
----------------------------
En sus últimos momentos terrenales el fantasma tomo suavemente del brazo a la asustada mujer, cerco su mirada ya con amorosa ternura y besó sus labios.
Las imágenes comenzaban a tomar fuerza y todo volvía a su mente.
La Cañada era un cuadro impresionista, el reflejo de la luna sobre el agua parecía iluminar sus cuerpos, no dejaba que las sombras de la piedra los tocase. Las ramas de los árboles los abrazaban en signo de redención, la garúa tapaba sus lágrimas y las convertía en agua para sus pálidos labios. Las hojas de un cuaderno intimista cayendo al ritmo de la llovizna desgranando poemas al aire, frases “no hechas” de rebeldía, delirios y depresiones, palabras de amor para gente desafortunada. Toda su personalidad aleteaba al aire húmedo y denso, la tinta corría a ritmo rápido haciendo que sus ideas fueran disipándose.
El viento rindió sus tributos y cambio el destino de un escrito depositándolo en la mano del joven, esa que no percibiría nunca mas las suaves caricias inocentes.
Con su llanto y el del cielo ella logro divisar sus últimas palabras en papel:
“No deberían matar a personas enamoradas,
el amor es un dolor demasiado fuerte como para secundarlo por una muerte.
Fallece la persona,
pero el enamoramiento persiste.
Yo no quiero amarte solo en vida,
ni la vida ni el infinito me alcanzan.
Cuando mi cuerpo descanse seré el alma que en momentos te falta,
y cuando sepa que has conseguido la placidez
me iré satisfecho de haber hecho feliz a alguien como tu”.
La mujer reacciono con aires de complacencia y liberación. Levanto su cabeza, corrió los pelos de su cara y despidió con una sonrisa encontrada a aquel fantasma que reflejaba a aquel amor de su vida.
El espíritu se disipo en el viento, ella se dio vuelta y salio al encuentro de su marido y su hija. Abrazo a ambos y comenzó a llorar de felicidad.
SanFierro
0 comentarios:
Publicar un comentario